Las “bicimáquinas” impulsan el desarrollo en comunidades rurales

Licuadoras, bombas, desgranadoras o lavadoras. Son algunos de los usos que posibilita la energía generada por el pedaleo. Una tecnología autosuficiente y sostenible que puede ser clave en el futuro.

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Un grupo de ingeniosas personas de San Andrés Itzapa, Chimaltenango, crearon una Organización No Gubernamental llamada Maya Pedal, que se dedica a reciclar partes de bicicletas para convertirlas en artículos de producción y así generar energía para el desarrollo rural sostenible. Entre sus inventos están: “Bici-molino desgranador”, “bici-pozos”, “bici-licuadoras”.

La organización lleva varios años diseñando y construyendo “bici-máquinas”, las cuales usan el impulso de los pedales para facilitar el trabajo para decenas de campesinos. Bicicletas usadas, pedazos de madera y metal, son apenas algunos de los elementos que el Sr. Carlos Marroquín (Jefe Técnico de la ONG Maya Pedal) ha unido para diseñar los 19 modelos de bicicletas.

Su objetivo es mejorar la vida de las familias rurales sin recursos, incrementar su productividad y, cómo ser respetuoso con el medioambiente.  Este invento es de código abierto, por lo que se puede reproducir en cualquier parte del mundo. El uso de las bicimáquinas se ha extendido a varios países como México, Brasil, India y Tanzania.

Las bicimáquinas se construyen a partir de piezas de bicicletas cambiando su estructura y agregando algunos otros aditamentos; son máquinas impulsadas con fuerza de pedales con la cual se obtiene una capacidad más alta que la manual. Entre las más populares están la bici licuadora, bici molino o desgranadora de maíz, bici bomba de agua.

La iniciativa ha ayudado al día a día de las amas de casa de San Andrés Itzapa y de la región quienes también ha impulsado la actividad de pequeños negocios locales.

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