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La triste historia del padre de un niño de 5 años, acribillado por sicarios

Los estruendos fueron demoledores. Siete disparos acabaron en forma inmediata con la sonrisa de un niño de cinco años que disfrutaba ir de la mano con su padre a la escuela.

El ruido acelerador de la motocicleta negra, sin placas, ocultó por segundos las detonaciones de una pistola 9 milímetros, parte de las 500 mil que están en las calles de la República, y muchas en manos de criminales.

 

 

El ataque fue directo contra un hombre de 30 años que llevaba de la mano a su hijo de 5 al establecimiento educativo que está en la colonia Los Ángeles, zona 6 de la Ciudad de Guatemala.

Mientras se escucharon los disparos, el pequeño soltó la mano de su padre. Sin comprender lo que pasaba, lo vio desvanecerse a su lado, mientras los verdugos aceleraban la motocicleta para huir y dejar la tragedia.

Una pequeña estela de humo del escape ruidoso se quedó en el ambiente, mientras las personas que caminaban por el lugar se acercaron al menor para ponerlo en resguardo. Los disparos los hicieron ponerse en lugar seguro.

El niño no sabía qué pasaba y poco a poco, al no ver a nadie conocido, comenzó a llorar

 

Las circunstancias lo obligaron a buscar alguna respuesta en medio de la nada, del pequeño río de sangre que comenzaba a descender por sus pies. Alguien llamó a su mamá, pero también a los Bomberos Voluntarios, por si acaso algo podían hacer todavía para salvarle la vida al hombre de 30 años. Pero había poca esperanza, porque según el informe preliminar de la PNC hallaron al menos siete indicios balísticos alrededor del cadáver del padre de familia.

La escena fue dramática, como muchas de esas que se observan a diario en otros lugares de la capital del país.

Mientras los socorristas establecieron que había muerto, la madre, al llegar, se lanzó, llorando, gritando, sobre el cadáver de su esposo. Pedro Roberto Arbona Aguirre, de 30 años, yacía en esa calle que muchas veces antes había caminado junto con su hijo.  La alegría del niño de ir a la escuela de la mano de su padre fue abruptamente interrumpida por esos sicarios a quienes vinculan con una de las pandillas que se disputa el territorio en la demarcación de cobertura de la Comisaría 12 de la PNC.

El Ministerio Público (MP) llegó, procesó la escena y sumó este hecho a la decena que han ocurrido en esa zona.

 

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