Teóricamente las encuestas corresponden a una planificación de las estrategias electorales de los partidos políticos, organizaciones civiles sin excluir los medios de comunicación social, para la elaboración de las plataformas sociopolíticas de cara al electorado en un evento de competencia electoral, con fines de ser electos para gobernar.
Se presume, las encuestas electorales cuantitativas con base en una muestra del universo a estudiar, desde su nacimiento, allá en 1824, cuando el Diario Harrisburg Pennsylvanian hizo la primera y predijo el triunfo de Andrew Jackson, como Presidente de los Estados Unidos de América, buscan más que identificar, confirmar las realidades sociales existentes y superar las teorías para atender lo que exige su sociedad y que es reconocida como una herramienta de la Comunicación Política y la tendencia pre electoral predominante.
Sin embargo, estas, se han visto coaptadas por un único fin: convertirse en arma de presión, una sugestión, manipulación y alienación que incline la balanza de la opinión pública, para constituirse en los favoritos y por ende, virtuales ganadores. Hoy en día, con gran impacto gracias a la tecnología y por ende, las redes sociales.
En Guatemala, nuestro país, tenemos un ejemplo palpable, real. Adivinó usted, nos referimos al caso de Carlos René Pineda Sosa, el empresario y político zacapaneco.
Pineda Sosa, en la actual contienda y de la cual quedó fuera, utilizó la figura de “tiktoker”, junto a otras plataformas de las redes sociales, para convertirse en sí mismo en una encuesta e inclinar entorno a su figura la probabilidad de captar el voto ciudadano.
Fue candidato presidencial por el partido Prosperidad Ciudadana para las elecciones generales de este 2023, pero, derivado de irregularidades de procedimiento que violentaron la Ley Electoral en su postulación, junto a un numeroso grupo de otros candidatos de ese partido político, fueron eliminados en procesos judiciales.
Cabe mencionar que, consecuencia de la tendencia que impulsó con su estrategia de comunicación política, a través de la redes sociales, se han elevado voces que señalan que otras candidaturas del mismo nivel, también tienen cola machucada o que le machuquen y ameritarían ser tratados por igual, es decir, cancelados: la de la UNE, la de Cambio, etc.
Magdalena Browne, periodista y socióloga y magíster en Media & Communication de la London School of Economics, sentencia sobre la validez o descalificación de las encuestas que: una encuesta puede contar con miles de encuestados, pero será determinada por la calidad, condición y credibilidad de los participantes, aunque sean anónimos, y que al votar todas las premisas estadísticas pierden validez dando lugar a la circulación de rumores y/o estudios falsos que intentan pasar por verdaderos con otro tipo de resultados/mediciones a favor de “X” o “Y” propuesta electoral.
Hoy, a escasos 24 días de acudir la ciudadanía guatemalteca a las urnas, tres nombres figuran en primeras tres posiciones e indistintamente entre la primera, segunda y tercera posición.
Por último, cerramos está exposición de ideas, opiniones, criterios y análisis, con una máxima respecto a la credibilidad o validez de las encuestas-sondeos electorales:
¿Quién financia estas encuestas? ¿Los fondos son propios, de otras personas, instituciones u organizaciones?
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