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Secuestros, asesinatos y violencia en los taxis pirata que operan en Mixco

Debido a su tamaño compacto y su bajo consumo en combustible, los vehículos de la marca Scion han sido los preferidos para funcionar como taxis en los últimos años. El repunte de la importación y uso de estos autos incrementó durante la pandemia del Covid-19.

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En Guatemala, la marca Scion ha sido importada por distribuidores de autos usados, debido a que la empresa dejó de fabricar autos desde 2016. El modelo Scion Xb, modelo 2006, comenzaron a incrementar su circulación, principalmente en Mixco.

Noé Rivera, fiscal Municipal de Mixco, explica que los grupos delictivos vieron en estos autos, una oportunidad para incluir a sus integrantes como pilotos. “Eran medios oportunos, pues pasaban desapercibidos”, relata el fiscal.

“Según la investigación que nosotros hemos realizado, tenemos aproximadamente 1,500 taxis piratas en este lugar (Mixco). Eso significa que son un medio de transporte, es una fuente de subsistencia, es una fuente de trabajo de las personas y obviamente también entendimos que esos taxis piratas surgieron como consecuencia de la pandemia”, explicó Rivera.

Operativo Scion

A la fiscalía llegaron múltiples denuncias con un denominador común: las víctimas fueron asaltadas o atacadas en taxis piratas o por pilotos de estos. En ese sentido y tras meses de investigaciones, la Fiscalía Municipal de Mixco ejecutó la “Operación Scion”.

Según la información de la fiscalía, entre enero y junio de este año, han reportado 71 casos que involucran a los taxis pirata. Las denuncias van desde hurtos hasta asesinatos y secuestros.

Con la operación individualizaron a 328 pilotos y la misma cantidad de vehículos. Lograron documentar las características de cada uno de estos taxis piratas que operan en este sector, capturaron a una persona y resolvieron 14 crímenes.

Además, la información recabada al individualizar a pilotos y taxis, los llevó a la captura de cinco pandilleros de una clica del Barrio 18, quienes cometieron secuestros y asesinatos.

“Las organizaciones criminales utilizaban estos vehículos para secuestrar a las personas, para llevarlos a un lugar determinado y en ese lugar sufrían una muerte extremadamente violenta y dolorosa. Esto se acreditó a través del operativo realizado en la zona 19, en La Florida, en donde ubicamos a cinco miembros de la estructura “Little Phyco Criminal”. En ese lugar logramos obtener información para encontrar dos cuerpos en condiciones de extrema violencia, de tortura y de mutilación. Ahí se obtiene la información de que efectivamente estos taxis habían sido un medio para el secuestro y posterior trasladado de los cuerpos”, agregó Rivera.

Pugna entre dos pandilleros

Según el fiscal Rivera, una pugna entre dos pandilleros líderes del barrio 18 generó el repunte de violencia, principalmente en el área de La Carolingia y Primero de Julio, en la zona 6 de Mixco. Las clicas de estos dos líderes se estaban disputando territorio y también el cobro de extorsión.

Además,  hubo una pugna entre el Barrio 18 y la MS-13. Muchas de las víctimas atacadas en los taxis piratas murieron por un reajuste de cuentas, venganza o por haberse metido a territorio ajeno.

La nueva forma de cobrar extorsión

En Mixco, no todos los Scion se utilizan para cometer delitos. Según la fiscalía, existen taxistas que sí están registrados. Sin embargo, estos no cometen delitos, son víctimas de las extorsiones, pues deben pagar al Barrio 18 y a la MS-13 por el derecho de trabajar y transitar por sus territorios.

Un piloto de estos taxis, qué operan con la autorización de la Municipalidad, confirmó la forma en que deben pagar la extorsión. El taxista, quien habló desde el anonimato, detalló que les piden una cuota semanal para cada unidad. Con esto, evitan sufrir ataques armados y les garantizan protección para circular en el área.

Sin embargo, ya no acuden miembros de las pandillas para captar el dinero. Ahora, amenazan a los taxistas para que sean ellos quienes reúnen el dinero y luego deben entregarlo a un enlace de la pandilla.

“Si alguien no paga, se arriesga a que lo maten. Entonces mejor pagan a los dos grupos, porque ellos tienen controlado quienes pueden y quienes no pueden pasar. Ya solo nos van rotando teléfono y nos dicen a dónde les tenemos que llevar el dinero”, expuso.